5 razones por las que el vino es cool

servir una copa de vinoBeber vino es, sin lugar a dudas, lo mejor que se puede beber para molar. Atrás quedaron los cubatas de garrafón, los botellones y los cócteles dulzones porque ahora lo que se lleva es el vino.

Si no, ¿por qué las chicas y chicos de Girls (HBO), que encarnan lo más trendy de la normalidad neoyorquina, se pasan la serie con una copa de vino en la mano? ¿Por qué Frank y Claire Underwood de House of Cards (Netflix) acaban siempre la jornada confabulando en la ventana mientras degustan un buen tinto entre calada y calada? Está claro, el vino es cool.

Aquí tenéis las 5 principales razones que sustentan esta afirmación:

1. El vino es sexy. El mero hecho de pedir una copa de vino ya es sensual. Coincidiréis en que no es lo mismo apoyarse en la barra y pedir un Negrita con Coca-Cola que una copa de chardonnay o pinot noir, ¿no? El lenguaje del vino, en el que abunda la terminología francesa, invita directamente al sexo, a la lujuria. En las películas, cuando el protagonista quiere llevarse al huerto al pibón de turno, ¿qué pide durante la cena? ¿Cerveza? ¿Un gin tonic? Qué va; en esos casos siempre cae el mejor champán de la casa o un gran reserva. Hablando en plata, el vino, bien usado, puede ser un “bajabragas” de manual.

Jon Hamm Mad Men bebiendo una copa de vino

2. Ideal para tirarse el pisto. Si no tenéis un rol definido en la pandilla, porque no sois ni el Gordo, ni el Pelos, ni la Cuqui, podéis ser el que sabe -o aparenta saber- de vino y quedaros con el “personaje” más guay del grupo. Cuando salgáis a cenar, ¿quién elegirá el vino? ¿Quién lo catará? El Pelos seguro que no; vosotros seréis los elegidos. Una vez catado, diréis algo pedante pero efectivo del estilo de “el buqué de este vino es muy especial, os va a encantar”. El tocahuevos del grupo os recriminará entre risitas vuestra arrogancia, pero vosotros ya habréis marcado la diferencia.  Recordad, la mediocridad no mola.

3. No es mainstream. En la competición por molar, es indispensable diferenciarse de la mayoría. Lo que viene siendo llevar la contraria… Si no, recordad a los hípsters, que han pasado de ser lo más a convertirse en seres-pereza insoportables, porque, en estos momentos, hasta el pringado de tu vecino, ese que fue rapero en los 80 y grunge en los 90, es hípster. Lo minoritario es extravagante y, por tanto, cool. Lo masivo es vulgar. El vino es sólo de unos pocos, por tanto, quien pide un vino en un club es Dios y punto pelota.

Ryan Gosling4. Las celebrities aman el vino y lo sabes. No sabemos si es porque ya no saben qué hacer con tanta pasta o porque es lo único que se les permite beber tras la rehab, pero cada vez son más los famosos que se apuntan a esto de la producción de vinos. Francis Ford Coppola tiene un pedazo de viñedo en Napa Valley por el que suspirarían muchas bodegas. Incluso los Brangelina han sacado un hueco en la crianza de sus seiscientos retoños para meterse en el ajo del vino: ¡las 6.000 botellas de su rosado provenzal Miraval se agotaron a las pocas horas de su puesta a la venta por internet! Pero no sólo ellos han hecho del vino un trending topic; si no, mirad la sección especial de Wine-loving Celebrities en Pinterest. Qué pose más natural la de Drew, ¿verdad?

drew barrymore. barrymorewines

5. AC/DC tiene su propio vino. ¿Hace falta añadir algo? Llevan más de 40 años siendo cool, por favor. Sólo viendo el “Highway to Hell – Cavernet Sauvignon” se nos cae la baba.

ACDC Cabernet

¿Alguna razón más que se nos haya escapado?.

Maui Cuadrado.

Maldita Filoxera

 

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