En esas vueltas que da la vida, Alejandro se topa con Jorge Ordóñez, el gran artífice de los vinos españoles en Estados Unidos.

Jorge ve potencial en sus vinos y le presenta a Chris Ringland, uno de los grandes elaboradores de tinto.

Australiano e incansable enólogo volante, Chris se une a la aventura.

Durante 15 años, Chris hace las vendimias y las elaboraciones con Alejandro.

Codo con codo, experimentan, prueban y ensayan maneras de trabajar la Monastrell y de lograr vinos increíbles: desde la vid hasta la venta de la botella. ¡Que enriquecedor!

Pero aun queda otra vuelta en la vida de esta bodega.

Hace 2 años, Alejandro se une a Miguel Arroyo para continuar esa estela de vinos increíbles.

Están centrados en dos variedades, Merseguera y Monastrell.

Sus viñas de Monastrell son espectaculares.

En sus 45 hectáreas de viñedo, poseen viñas de más de 72 años de edad, plantadas en vaso.

Alejandro tiene un clon único de Monastrell, tanto que forma parte de un proyecto de la Universidad de Murcia para la identificación y control de las viñas más antiguas de Monastrell, en Yecla, Alicante y Jumilla.

Algunas de ellas sólo dan un kilo o kilo y medio de rendimiento por cepa… Es decir, cada una de sus botellas es exactamente la producción de una de estas vides. Ahí lo tenéis.